12 de mayo de 2008

Día de la Ciencia en la Calle


En general tengo este blog para "filosofar" y el otro para los experimentos y para "fisiquear" en general, pero en este caso, voy a filosofar sobre cuestiones científicas.

Este sábado fue el Día de la Ciencia en la Calle. Ese día, los colegios, institutos, organizaciones y demás, ponen carpas en el parque de Santa Margarita, y acercan la ciencia a la gente de la calle, de una forma amena, divertida y práctica.

De este modo, la gente, que en general es poco científica y escapa de las nuevas tecnologías, tiene una feria en la que todos estos temas se explican de manera fácil y clara, y lo que es más importante, se aplican. No es lo mismo saber que una parábola tiene ciertas características geométricas que hacen que todos los rayos reboten hacia su foco, que ver como una antena parabólica metálica que refleja el sol calienta una olla de cocina. No es lo mismo saber que el efecto invernadero calienta la atmósfera, que ver un pequeño invernadero con un termómetro dentro, y comparar la temperatura con el termómetro de fuera. No es lo mismo saber que los robots existen, que ver uno con tus propios ojos, y que te expliquen cómo se programan.

Este año, estuve en el stand de informática con un robot de creación propia que toca el xilófono, controlado desde un ordenador, y el hecho de estar enseñando el robot y explicando cómo funciona, me dio un punto de vista muy diferente al que se tiene como visitante, y la verdad, me llamaron mucho la atención ciertos comportamientos de la gente que venía de visita.

Lo primero que me llamó la atención, aunque no demasiado (ya me lo esperaba) fueron los niños oportunistas, a los que les importaba un pimiento lo que tuviésemos que decirles, llegaban y decían algo del estilo de "¿Teneis regalos?", a veces les decíamos directamente que no, y otras les decíamos que les dábamos algo si atendían y aprendían alguna cosa.

Después estaban los niños que venían a jugar, nada en contra de estos, el xilófono les llamaba la atención, y se dedicaban a tocar en la pantalla y maravillarse al ver que el xilófono se tocaba solo, justo la nota del mismo color que ellos habían tocado en la pantalla. En general demasiado pequeños para entender del todo el funcionamiento, pero estoy seguro de que ahora son conscientes de que un ordenador puede tocar el xilófono, y si lo piensan un poco, se darán cuenta de que podría hacer la comida, abrir las puertas, o cualquier otra cosa.


El siguiente grupo eran los "papás", los adultos que traían a los niños a aprender. Eso sí, variaban mucho dependiendo de la edad de los niños.
Por ejemplo, los que traían niños muy pequeños venían en plan: "Mira que bonito, que lo tocas y hace música". Digamos que buscaban experiencias nuevas para los niños pequeños, ampliar horizontes.
Siguiendo por orden de edad, estaban los de "Mirad niños, que cosa tan interesante/simpática/curiosa tenemos aquí". Me consta que a muchos de estos, simplemente les daba corte hacer los experimentos, en principio enfocados a niños, así que usaban a los niños como extensión de su curiosidad en plan "prueba esto" o "toca ahí". Aunque preferiría que la gente experimentase por su propia mano, tampoco me pareció mal este comportamiento, ya que así, aprenden tanto los niños como los padres.
Los siguientes eran los "padres profes", o quizás directamente profesores. Estos eran los que ponían finos a los niños para que atendiesen a las explicaciones además de jugar y experimentar. A veces me daban un poco de pena los niños. Alguno parecía que estaba castigado atendiendo a las explicaciones, pero bueno... en general se lo pasaban bien igual, y atendían.


El siguiente grupo de visitantes vendrían siendo los adultos que venían por cuenta propia, los curiosos, los científicos. Estos eran todo un reto... como ya tienen ciertas nociones de algunos temas, a estos se les explicaba en profundidad el funcionamiento de las cosas, ahora bien, luego hacían preguntas que muchas veces me pillaban por sorpresa.... la primera vez que me preguntaron "¿Y cómo se haría esto por USB?" pues me quedé un poco trastocado.... si supiese la respuesta a esa pregunta, probablemente el chisme funcionaría por USB..... o quizás no...
En ocasiones estos venían en plan "Uy, que idea más buena ¿Cómo podría aprovecharla para lo que yo hago?" Es una pena que al ser software hecho específico para esto, y al no usar ningún tipo de estándar de comunicación con el ordenador.... pues no fuese muy portable la cosa....

El último grupo sería el de la gente mayor. Señores y señoras que probablemente venían más de paseo que por ver los stands, a los que picó el gusanillo y no pudieron evitar ir a ver.
Estos eran los que más sufrían el síndrome "esto es para niños pequeños". En general se quedaban fuera, o simplemente un poco alejados de las cosas. A algunos se los veía interesados, pero me temo que no se atrevían a preguntar, y la mayoría no se animaba a interactuar. A algunos tuve que picarlos, en plan "Esto hay que venir aquí y tocar la pantalla, si no no se entiende" y cosas parecidas.
A este grupo la verdad es que también me lo esperaba, ya que pasa mucho con las personas mayores, que se acostumbran a sus herramientas y a su modo de ver las cosas, y se cierran en el "perro viejo no aprende trucos nuevos", y claro, cuando ven un ordenador lo primero que piensan es "eso no es para mi". Quizás el hecho de que el xilófono fuese tan fácil e inmediato de tocar con el ordenador, los anime a probar otro tipo de productos informáticos, como por ejemplo, ir al cajero automático en vez de entrar al banco a que te atienda una persona, y así ahorrarse la cola, o usar la máquina que carga las tarjetas del autobús sin el miedo de "no voy a saber cómo funciona".


En general, a la gente le llamó mucho la atención el aparato, sobre todo a los niños, y a los jóvenes. A los niños, por la razón obvia, es como un juguete nuevo. A los jóvenes, quizás por el invento en sí, la máquina, la reacción directa a tocar en pantalla y que funcione el robot, y a la vez por la sencillez del mecanismo.

Uno de los comentarios que me hizo la gente, y que más me gustaron fue:
"Me parece estupendo el invento, por que los niños pueden ver que lo que hacen en el ordenador puede tener una repercusión real fuera del propio ordenador"


Y bueno, con tanto explicar tantas cosas ya me estoy yendo por las ramas, otro día quizás filosofee sobre alguno de estos temas en concreto, que dan todos para mucho.


Pd. Por una vez la fotografía no es mía.... llevé la cámara, pero no saqué ninguna foto, así que se la tomo prestada a un compañero de stand.

4 de abril de 2008

Igualdad, feminismo y corrección política.

Bueno, antes de nada pedir disculpas. Más a mi mismo que a la gente que lee el blog, que prácticamente no tiene visitas.
¿Y por qué disculpas? Pues por que hace meses que no pongo un solo mensaje.... últimamente no he filosofado mucho, más bien he fisiqueado, inventado... o como querais llamarlo, y claro, esas cosas van en mi otro blog.

Pero he visto algo que me ha despertado de nuevo la vena filosófica, así que aquí va un post al respecto.

Este es el aspecto que tienen desde hace no mucho tiempo los semáforos de A Coruña. Han cambiado los monigotes de toda la vida por monigotes femeninos.
Curiosamente, han llevado la igualdad a los semáforos a rajatabla. En cada paso de peatones hay dos semáforos (uno en cada extremo); en cada uno de ellos, una de las figuras es masculina, y la otra femenina, y cambian el color. O sea, en un lado del paso de peatones tenemos a una figura femenina en rojo, y a una masculina en verde, y en el otro lado, una figura femenina en verde, y una masculina en rojo. Igualdad hasta en las luces de los semáforos.

Yo, personalmente no puedo evitar reirme cuando veo estas cosas. ¿Por qué tanta preocupación por la igualdad en algo tan tonto como un semáforo? ¿Por qué se cuida tanto el detalle, para que no haya, por ejemplo, solo chicas rojas y chicos verdes, que podría dar lugar a oscuros significados del estilo de "las mujeres se quedan quietas mientras los hombres andan".

Una de las primeras cosas que pienso cuando me hablan de igualdad de sexos es que los hombres y las mujeres no son iguales. En la gran mayoría de los casos, con un solo vistazo podemos saber si alguien es chico o chica, hay demasiadas cuestiones físicas que nos diferencian... peso, estatura, anchura de hombros, de caderas, forma de los pechos, en menor medida la longitud del pelo..... también es casi siempre inmediato reconocer si una voz pertenece a un hombre o a una mujer.
No solo somos diferentes, si no que lo sabemos y lo tenemos perfectamente asumido, por eso hay ropa distinta para hombres y para mujeres, y en lugares públicos hay baños para hombres y baños para mujeres.

Somos diferentes y lo sabemos, es demasiado obvio como para no darse cuenta.... si hasta tenemos comportamientos distintos.... el problema es ¿En qué somos distintos y en qué no lo somos?

Vamos a hacer un repaso:
Físicamente, los hombres, por lo general son más altos, más pesados, más anchos y más fuertes. Las mujeres por su parte son más flexibles y probablemente de movimientos más rápidos.

Mentalmente, los hombres tienen una mayor facilidad para resolver problemas físicos, ya sea hacer un trabajo de bricolaje u orientarse en un mapa. Por su parte, las mujeres tienen más desarrolladas las habilidades sociales, se comunican mejor con otras personas, y tienen mayor facilidad para entender qué piensan los demás.

Estas cosas habría que tenerlas en cuenta en todo momento.... En una obra de la construcción ¿Cuántas mujeres suele haber trabajando?... pues por lo general ninguna, es un trabajo que en general conlleva la utilización de fuerza física para levantar pesos y similares. A mi me resulta claro que es un trabajo al que se adapta mejor un hombre que una mujer.
¿Cuántos hombres trabajan de profesores de niños pequeños?.... muy pocos en comparación. Para enseñar a niños pequeños hacen falta habilidades sociales, entender lo que piensan, lo que quieren, hace falta comunicarse, y hacerlo bien, y estas son habilidades que tienen mejor desarrolladas las mujeres.

No quiero decir con esto que una mujer no pueda levantar una pared de ladrillo, ni que un hombre no pueda enseñar a niños pequeños. Ni siquiera estoy diciendo que no deban hacerlo. Soy un gran fan del pensamiento lateral. Si una mujer no puede levantar 50 kilos, inventará una polea. Si un hombre no es capaz de mantener a raya a una clase de niños, usará algún tipo de disciplina.

En definitiva, que me enrollo demasiado. No somos iguales, por lo tanto no debemos pedir igualdad estricta. Tampoco somos mejores o peores, con lo que tampoco debemos pedir mejor o peor trato. Somos distintos, y debemos pedir tratos distintos, preferiblemente adaptados a lo que mejor podamos hacer, pero no tratos mejores o peores que el otro sexo.